El enfoque se centró en el uso de materiales con textura y expresividad, como el ladrillo y el hormigón, para lograr un estilo industrial que, junto con la madera, aporta calidez al ambiente.

En la cocina, se eligió enchapado en madera de incienso, combinándolo con mesadas de granito Brasil leather, que ofrecen no solo una superficie resistente, sino también un acabado rústico y atractivo.

Para el acceso, se diseñó un mueble multifuncional que actúa como espacio de guardado, base para un sillón y enmarca el área del playroom. Este mueble no solo es práctico, sino que también sirve como un elemento arquitectónico que define y organiza el espacio.

La espacialidad es integrada, y la elección de la madera unifica los diferentes ambientes: playroom, sala de estar y cocina. Una escalera, también proyectada en incienso, conecta los tres pisos de Santana, llevando este material a las plantas superiores y creando una continuidad estética.