El concepto central de ISLA es crear un espacio multifuncional, con una cocina integrada que actúa como núcleo del diseño. Esta área no solo se convierte en el corazón del lugar, sino que también facilita la observación mutua y la realización de actividades como clases de cocina, exposiciones y reuniones sociales. La cocina está diseñada como un punto focal, promoviendo una experiencia interactiva y dinámica para los comensales.

La intervención se llevó a cabo en un antiguo taller mecánico, lo que aporta al espacio un estilo fabril característico. Se respetan y realzan los elementos industriales del edificio original, fusionándolos con el nuevo diseño.

Un aspecto destacado de ISLA es la integración de la vegetación, que transforma el espacio en un entorno de estilo selvático. Las plantas se han incorporado estratégicamente, no solo para embellecer el ambiente, sino también para aportar frescura y vitalidad. Así, ISLA se configura como un refugio dinámico y acogedor, en el que la interacción y la convivencia son fundamentales.